En viaje: notas del trayecto. Hipocondría extranjera

Ajeno a los problemas de salud, el viajero se sorprende e incomoda por la aparente profusión de malestares y enfermedades que preocupa constantemente a casi todos en el lugar extranjero que visita. 

En pocos días de estadía ha oído de infinidad de enfermedades, accidentes, hospitalizaciones e incluso de algunas muertes. No hay quien–observa–no esté tomando pastillas regularmente y a varias horas del día; no hay quien no tenga cita con un doctor en una fecha próxima, ni hay quien no se queje de las colas y esperas para que los atiendan en las farmacias y los consultorios de urgencia que visitan con regularidad alarmante. No hay quien no se queje de alguna dolencia.

A los pocos días de oír de tantos males el visitante acaba contagiándose de esta manía de farmacias, clínicas, médicos y laboratoristas de todo tipo: comienza a tener también él síntomas raros de una salud defectuosa y siente que lo afectan dolencias imprecisas, malestares difusos debidos, sin duda, a males preocupantes. Será por eso de que “a donde fueres haz lo que vieres” del viejo refrán. En tierras de hipocondría el viajero se vuelve hipocondríaco al punto del trastorno emocional.

–Hazte ver–le dice un conocido al oírlo quejarse, demasiado preocupado de sus males imaginarios. La expresión popular y en boga le viene de perillas: ¿cómo puede nadie vivir en un  mundo acosado de enfermedades sin hacerse ver por una variedad de especialistas, incluido–obviamente–un psiquiatra?

Adaptado plenamente al lugar ajeno, el viajero se cree enfermo y como lo hacen todos en esta tierra extraña, acude a diversos médicos de diversas especialidades, se somete a una batería de exámenes exploratorios, hace largas esperas en dispensarios, farmacias, laboratorios, se deja inyectar de antibióticos y vacunas, y toma, a lo largo del día y de la noche, con regularidad obsesiva, un sinnúmero de píldoras, grageas y brebajes que le recetan los facultativos y le recomienda la sabiduría popular.

Bien dicen que viajar transforma a un individuo.