El artificio de la escritura / The artifice of writing


miércoles, 4 de enero de 2023

Don Baruj y el papel

A pesar de lo cuidadoso que es don Baruj con su libreta de bolsillo se le ha mojado al salpicar sobre ella un poco del té de la taza que se llevó a la boca con mano temblorosa. 

Ha comprobado en el hecho, con un leve sentimiento de impotencia, lo que muy bien ha sabido desde siempre: su escritura con pluma fuente en papel es fácilmente perecedera. Unas mínimas gotas de agua la vuelven borrosa, ilegible. 

Quienes escriben saben lo precario que es el papel y lo aun más precario de lo que en éste se escribe con tinta: basta una lágrima mal contenida para borronear lo escrito en una mancha como de nebulosa imprecisa, esfumado que por el papel humedecido se dispersa en un diseño de ameba inasible.

Precarios toda libreta y vademecum que, al llevarlos de un lado a otro, se arriesga a extraviarlos--como todo objeto dilecto--en cualquier momento y lugar. Objetos que el uso desbarata--hay libretas que se han hecho para perecer--o que el agua humedece y, dejándolos aparentemente intactos, les borra lo que llevaban escrito para lecturas posteriores en consultas de la nostalgia. 

Precario el papel en que la tinta, también precaria, ha querido dejar escrita para un siempre limitado la palabra, víctima también del olvido, de lo que el tiempo vuelve ceniza y nada.



 

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