El artificio de la escritura / The artifice of writing


domingo, 17 de agosto de 2008

Del tiempo y del espacio

Hace bastantes días que llevo sin añadir nada a este blog porque en el trajinar de las horas no siempre se acuerda uno de dejar tiempo y energías para esas actividades secundarias que entretienen pero no se ven como de mayor importancia. Hay tanta otra obligación que impone organizar el día en función de sus demandas que esta inofensiva y un poco ociosa actividad de escribir para el blog se va quedando en segundo plano y acaba por olvidarse casi por completo.

Flaca memoria la de los que nos dejamos dominar por las obligaciones y olvidamos las oportunidades de encontrarnos de veras a gusto y satisfechos en la acción que mejor cuadra a la necesidad de sentirse completamente uno mismo. Son infinidad los que han encontrado en el blog una forma de cumplir con sus más enraizados deseos. Basta barajar por un rato y sin plan ninguno los blogs disponibles para darse cuenta de la variedad de intereses que llevan a tantos a dedicarles tiempo y a compartirlos con los demás. Habla esta profusión de lo importante que es para los humanos comunicarse con otros y saberse oído.

Irónicamente, la tecnología ha hecho del mundo un auténtico pañuelo, como decía el refrán, a la vez que ha multiplicado hasta lo innumerable las posibilidades de contacto con otros. A las relaciones que se producían mayormente en el encuentro personal dentro de las limitaciones físicas del espacio establecidas por la ciudad, el barrio, el sector mínimo del mundo compartido con los más cercanos, se añaden hoy las relaciones virtuales que no tienen un espacio limitante. Como las relaciones epistolares de antaño, los encuentros e inercambios que se dan en la red de comunicaciones electrónicas aproximan a los distantes; pero lo hacen en una inmediatez temporal que la carta no tenía. Los conceptos de tiempo y espacio se vuelven diferentes a como eran. La mente los entiende de otra forma hoy y entiende también de otra forma las rfelaciones entre individuos.

Nunca dejará de tener su encanto insustituible el compartir la vida en contacto directo con otros. La familia, la amistad, el encuentro fortuito en la calle, el café de la conversación, las reuniones del club, el equipo de trabajo son todas fromas de vida que perdurarán en la sociedad humana, digan lo que digan los que se asustan del poder hipnótico del computador y sus llamadas de sirena que llevarían fatalmente a sus víctimas a volverse antisociales y solitarios. A esas maneras tradicionales de conocerse entre la gente se van agregando las nuevas maneras de hacer más efectivas e inmediatas las relaciones a larga distancia, que antes se cumplían en la lentitud de la carta y los recacados.

El blog, con la capacidad que ofrece de hacer comentarios a quienes lo leen, es una de las tantas formas que van sustituyendo las limitaciones comunicativas de las edades preelectrónicas.

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