Vocación ancestral
“De médico, poeta y loco –decía un refrán colgado en una pared de la vieja casona de la infancia—todos tenemos un poco”. O mucho, según como se mire o se entienda el versito burlón.
Poseídos todos de la insania heredada del primer humano, el que aportó los genes de la conciencia de sí mismo y de la incansable curiosidad trascendente, tratamos de sanarnos o de calmar al menos el mal, con la medicina de la palabra y sus ensalmos poéticos.
Así, todos tenemos, en efecto, un poco de poetas y en la disponibilidad infinita de la red encontramos el medio perfecto para desahogar las voces internas de la locura ancestral y calmar la fiebre que nos produce su agitado torbellino de palabras y rumores.
Así, todos tenemos, en efecto, un poco de poetas y en la disponibilidad infinita de la red encontramos el medio perfecto para desahogar las voces internas de la locura ancestral y calmar la fiebre que nos produce su agitado torbellino de palabras y rumores.
2 comentarios:
Hola Santiago:
Tus comentarios me traen a mente las delicias de la locura selectiva.
Ejercida con juicio, liberan al individuo y a su vez lo libran de ciertas responsabilidades que de lo contrario con certeza lo dejarían loco.
Y claro, si podemos hacer que todo ello rime, entonces talvez habremos encontrado un nivel que se asemeje al nirvana.
Tu amigo Andrés
Andrés, tus comen tarios son mejores que mis entradas y me obligan a pensar muy bien lo que voy a poner en l blog. Gracias por la oportunidad de conversar.
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