Del desengaño
Un par de muchachos limpian las mesas. Uno de ellos en particular, da la impresión de esa tristeza que algunos sienten al dejar de ser adolescentes, cuando el organismo percibe su imperfección de ser irremediablemente perecedero.
Sufre la juventud---expatriada del paraíso---el desconsuelo del desengaño.
Los más, reacios a aceptar la realidad, maduran inventándose consoladores engaños.
No hay dejo alguno de tristeza en sus opacas miradas.
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