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Nota aclaratoria:
Tengan presente quienes lleguen a leer los textos de este blog, que desde un principio se propuso ocuparse de asuntos relacionados con la obsesión de escribir. Así lo indica su subtítulo "El artificio de la escritura/The Artifice of Writing". No se sorprendan, por lo tanto, de lo repetitivo del tema de algunas entradas, incluída ésta.
Doy vuelta la página en que escribía--escribe el escritor--y tengo frente a mí la nueva página en blanco: el reto, la dicha.
--Borrón y cuenta nueva--me dicta uno de mis diablillos parlanchines.
--Con dar vuelta la página todo está solucionado--comenta otro.
Y otro, queriendo también darme ánimo, dice: --Siempre habrá una página en blanco en la que empezar de nuevo. No importa cuantos borrones se haga en ella: hay papel de sobra para seguir equivocándose y para pasar en limpio los borradores, por muchas tachaduras y borrones que tenga.
--A escribir--me instan en coro.
Apenas tomo la pluma--porque con pluma escribo--y la llevo al papel comienzan a dictarme--todos a la vez--lo que cada uno de ellos quiere que escriba.
Tal vez no debiera hacerles caso.
Addendum: "Las noches del escritor que se declara víctima insomne de su talento".
Todas las noches, apenas apaga la luz y deja caer cansada la cabeza contra la almohada, aparecen de debajo de la cama y desde detrás del velador, como polillas de las sombras --musas endiabladas-- sus demiurgos personales, creadores del mundo. Se le vienen encima y le hablan--centenar de voces confundidas--exigiendo que los escuche. Entre ellos se pelean--se insultan, se dan de golpes, se agarran de los pelos--por poder susurrarle al oído sus secretos e invenciones.
Arman un lío de los mil demonios.
--¡Déjenme dormir!--les grita, aunque ya está dormido.
Por cierto que no le hacen caso alguno: se ríen de él, en el sueño, a carcajadas.
3 comentarios:
Divinos dibujos, bonita escritura, y lindisimas fotos...parece que nunca de dejan las musas endiabladas
Siempre entretenido leerte. Un abrazo
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