El artificio de la escritura / The artifice of writing


miércoles, 13 de septiembre de 2023

Diálogo de lo imposible

 --No hablemos de lo que nos aflige.

--¿Hay algo más de lo que se puede hablar?

--Dejemos ya de usar las palabras sólo como intrumentos de queja--insiste el que de los dos no ha perdido completamente todavía la ilusión de lo posible.

--Nunca nos sirvieron para mucho más.

--Porque no hicimos el esfuerzo de ignorar lo deprimente.

--Recuerdo muy bien que cuando lo intentamos--se justifica el desconsolado--fue un esfuerzo en vano.

--Tratemos algo diferente. Como, por ejemplo, decir mentiras. Para engañarnos. Ya que las verdades nos detemplan, que las artimañas del engaño nos agraden. 

--¿No es lo que hacen tantos? Mentirme, a sabiendas, yo no podría.

--Dejémonos de tonterías y démonos de una vez por todas el gusto de mentir. 

--Dátelo tú, que siempre has tenido un tanto de iluso. No me incluyas en tus fantasías--. Lo dejó hablando solo o, más bien, pensando para sí mismo.

"Practiquemos--se dijo, hablándole a su yo depresivo--nuestras habilidades innatas de mitómanos y contémonos cómo escalamos la nontaña del tan mentado ermitaño que permanece en ella desde otra edad--más fantasiosa incluso que la nuestra--congelado, en gesto de predicar, dentro de un bloque como de cristal de roca que lo mantiene intacto. 

O contémonos--sigue ensoñando--cómo una tarde sonrosada me atacó en vuelo un cernícalo furioso y lo impalé en mi paraguas que siempre llevo conmigo por si llegara a llover en este desierto siempre seco como estopa. 

O, mejor aún--piensa de veras entusiasmado--contemos también cómo pasé una noche en la morgue, dado por muerto, la bala incrustada todavía en mi cerebro, y cómo a la mañana siguiente estaba muy contento de haber resucitado y de poder empezar todo de nuevo.

--No me convences--se dijo en voz alta a sí mismo su yo quejoso, el  adolorido de las verdades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

siento que conozco a estos sonadores, o por lo menos este sueno entumecedor