El artificio de la escritura / The artifice of writing


viernes, 9 de junio de 2023

". . . y más la piedra dura, , ,"



Ha dicho algún poeta desdichado que es dichoso el árbol porque apenas siente. Tal vez no sepa el árbol--o no pueda decirlo--que sufre y goza de su condición de ser vivo. Por eso es más dichosa aun la piedra--argumenta el poeta--porque es dura materia insensible. No sabe del "dolor de ser vivo" del que sufren quienes hacen uso de su dureza.  

No sabe la piedra que es piedra de moler gramíneas--mortero y mano de mortero, rueda de molino--o pedernal, causa del fuego y su dominio; que ha sido punta de flecha aguda, puñal de obsidiana, clava de guerrero: motivos de la muerte; que es abalorio multicolor del ágata, pectoral de lapizlázuli, semilla de la turquesa y baya encendida del rubí.

Ignora la piedra su poder y su belleza. No sabe que es joyel--diamante de poderoso anillo--o instrumento, piedra angular o muro, monolito, dolmén, obelisco, altar de sacrificio, lápida funeraria, monumento, palacio prepotente, imponente templo. No sabe la piedra que es escultura y que en el mármol del arte casi arde de la fiebre de lo vivo. No lo sabe, no puede saberlo.

--¡Habla!--le ordena el creador de un martillazo en la rodilla a su escultura. --¡Habla!--y la piedra, el mámol mudo, calla.

El silencio de la piedra acalla el rugido prfundo del magma, documenta el ascenso de los titanes y la historia interminable de infinitos muros y fortificaciones, templos y palacios, arquitectura del poder alzados para la amenaza.

Sobre la insensible piedra se afianzó el templo del dominio.

Y es ésa la piedra, la monumental, la que habla a gritos, la que se desgañita en amenazas urbi et orbis.


Y está, empuñada en muchas manos, la primera piedra, la que se lanza a diario, soberbia, acusatoria.


 


2 comentarios:

pablo valenzuela f dijo...

CAUCE VACIO

¿ Qué lleva el cauce?
A veces, no siempre,
puede ser, el agua baja
transparente y milagrosa


No hay vida, es tiempo de espera,
Sin agua el cauce es inútil
Hay que canalizarlo, desviarlo, encausarlo,
dicen, y no saben…

No queda nada, han huido los pájaros
Alguna brizna de arbusto trata de salvar la
Situación todo está detenido
dicen, y no saben…

El tiempo lo dirá, esperemos.
¿Cuál tiempo? ¿Hay más de uno? ¿Cuándo empiezan las preguntas?
¿Es el agua la respuesta?
¿Hay varias respuestas?


En el tiempo nuestro tal vez veamos el agua
y tal vez su textura, forma variable y existencia pasajera.
Una vez vista nunca más es la misma
En el otro tiempo
en el tiempo del cauce, la existencia se realiza
en tono terráqueo, telúrico, boswuánico,
diálogo de cristales
en el infinito espacio de las partículas atómicas

Somos mucho menos que el aleteo invisible, de un mosquito insignificante
pero trascendental.
Participamos a veces en un segundo
y sin embargo veremos a Dios.

Las palabras mágicas son
sílice, oxígeno, carbono, hierro y tiempo,
isótopo y alquimia, calor, glaciares
radiación.
El cauce es experto en la transmutación
del carbono en verdor
del uranio en plomo, de la roca en arcilla

El cauce sueña con el agua,
plácidamente en Pedernal
intranquilo en Aconcagua
delirante en Maipo
pero no cambia su sueño, empecinado en bajar su carga
definitiva de rocas y arenas innúmeras.

Sueña con playas tectónicas
que debe alimentar para su lucha contra el mar
y el eterno renacer de la tierra.

Y siempre gana el cauce.
Ahora lo saben

Chalaco , febrero 2018

Santiago Daydi-Tolson dijo...



Estupendas imágenes. Me temo, sin embargo, que la imagen central se me escapa y no alcanzo a verla en todo su significado. Me quedo un tanto confundido.