Frase lapidaria
Una de las técnicas preferidas de algunos retóricos
engañosos es el hablar en oraciones lapidarias de impreciso sentido y
vocabulario resonante. Me parece que un buen ejemplo de tal venalidad es el siguiente
pronunciamiento de un prestigioso escritor con ese prurito de profeta y reformador que tanto escritor tiene: “El
deber revolucionario de un escritor es escribir bien”.
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