Ventanas
Toda ventana es origen de luz. Luz exterior durante el día, interior a algunas horas de la noche.
Imagina uno el primer boquete en la roca: la dicha de ese foco de luz en la caverna segura pero tenebrosa. Admira el ventanal de un edificio de cristalerías encendidas hasta el cielo.
Toda ventana es una dicha. En su enmarque la realidad del mundo se idealiza: el paisaje se vuelve espectáculo, el interior privado sugerencia.
3 comentarios:
La experiencia de asomarnos por una ventana abierta es drásticamente diferente a la de observar por una cerrada. La imágen—aunque idéntica pero separada por un vidrio— se percibe de manera distinta, porque con la ventana abierta los sonidos ambientales agregan una dimensión adicional al enmarque de la escena que ante nosotros se despliega.
El silente revoloteo de una mariposa bien pudiera estar acompañado de una estridente sirena en la distancia, precursora de alguna tragedia, pero jamás lo sabremos a menos que abramos la ventana y lo escuchemos.
André
Delicioso, como las ventanas, que tienen un atractivo inmenso para mí, ¿será porque también me sugieren las ventanas del alma?
Delicioso, como las ventanas, que tienen un atractivo inmenso para mí, ¿será porque también me sugieren las ventanas del alma?
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