Motivos del blog
Mantener un blog no es una actividad casual, aunque pueda parecerlo. La promueve y justifica en cada cual una serie innumerable de motivos personales que van desde los más obvios y evidentes deseos de estar presente hasta quizás qué complicado tejido de impulsos poderosamente subconscientes.
Se escribe un blog no se sabe bien por qué, aunque se crea saberlo.
Éste, como la infinidad de otros blogs disponibles en la casi infinita red, responde a una propuesta aparentemente definida y para nada sorprendente. Tiene un fin, un objetivo relativamente específico, y parece alcanzarlo en alguna medida. Lo cierto es, sin embargo, que tal objetivo no constituye necesariamente lo esencial del blog, no es lo que realmente lo motiva. Se podría sugerir que no pasa de ser una excusa, nada desdeñable, por cierto, para escribir urbi et orbi sobre sí mismo. El blog es un acto básicamente egocéntrico, una forma más de afirmar el yo y satisfacer esa necesidad imperiosa de todo individuo por saberse individual y reconocido como tal.
Lo irónico en esto de tener un blog es que, como en toda multitud, el individuo que lo escribe se desvanece en el grupo inabarcable y apenas logra mantener su identidad en el puño cerrado de sus más íntimos, cuando los tiene, y, en última instancia, en la profundísima hondura de su impenetrable soledad.
1 comentario:
Comulgo con tu observación, esa de "...El blog es un acto básicamente egocéntrico...".
Pedestales como los que proporciona un blog, hacen que su escritor sienta gratificación instantánea. Las palabras plasmadas en la pantalla de plasma se convierten en escalones que permiten que alcancemos dicho pedestal, porque al fin y al cabo, ¿no es eso lo que ambicionamos?
André
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