El artificio de la escritura / The artifice of writing


lunes, 19 de octubre de 2009

Crabs/Cangrejos



Crabs eat the rotten leftovers of life. They clean the world—they get rid of the garbage of death. Like sharks and vultures, they serve as the morticians of nature, the self-appointed consumers of detritus, devoted transformers of dead matter into life again. They form a brotherhood of humble servants in charge of finalities. Sarcophagi they are: the eaters of corruption.

The crab, what a monster of swiftness and stealth. Meek in extreme, it does not kill, but prays, claws raised to the skies, for death to reap its deadly diet of lifeless flesh. Crabs crawl all around us, hidden from our senses, sensing the smell of death, marching for the putrid call, the gangrenous limb, the tumid organ. They feed on life that has been dealt the final blow and they teem at the bottom of decay with bacteria of resurrection.

From the deepest depth the crabs appear, eyes popped out, cracking their claws, clicking their nails, mouthing the chew—tearing and eating is their duty.


Comen los cangrejos las sobras putrefactas de la vida. Limpian el mundo: disponen de la basura de la muerte. Como los tiburones y los buitres hacen las veces de sepultureros de la naturaleza, consumidores del detritus, dedicados transformadores de la materia muerta en viva de nuevo. Forman una cofradía de humildes sirvientes a cargo de los ritos finales. Sarcófagos son: comedores de lo corrupto.

El cangrejo, qué monstruo de rapidez y sigilo. Temeroso en extremo, no mata; ruega, en cambio, las tenazas alzadas al cielo, por la muerte para cosechar su mortal dieta de carne inerte. Los cangrejos pululan a nuestro alrededor, a escondidas de nuestros sentidos, olfateando la muerte, marchando a la llamada de lo podrido, al miembro gangrenado, al órgano tumefacto. Se alimentan de la vida que ha sufrido el último golpe y se amontonan al fondo de la descomposición con las bacterias de la resurrección.

De lo más profundo los cangrejos aparecen, los ojos saltones, castañeteando las tenazas, resonando las uñas, saboreando el bocado: destrozar y comer son su deber.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo agregar que el cangrejo de SDT siempre va paralelo, invariablemente acompañando cada paso suyo y mío, como el alado negro en la rama.
JSM

Santiago Daydi-Tolson dijo...

Siempre hay algo que agregar, por cierto; y en este caso es un linfo y críptico agregado. Apenas pone uno la palabra en el papel, ya falla; y más aun cuando se la pone en el papel impreso, dígase hoy en la vasta, infinita casi, página digital que, como una divinidad imperiosa está en todas partes y en ninguna.

Anónimo dijo...

Menos que falla y más de cangrejo Este retrueque que asemeja el ir
Y venir del marino aparejo
Y del brazo que lo intenta asir
JSM

Anónimo dijo...
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