Han pasado demasiados días sin añadir nada nuevo a este blog. Ya es hora de que me ponga a la tarea de hacerlo. Han sido días de otras ocupaciones y de dudas respecto a la necesidad y utilidad de mantener un blog como éste. No he llegado a formular una razón convincente para llevar a cabo este ejercicio. Me lo dicta la muy personal e irracional necesidad de atención que motiva tantas diversas actividades humanas. Como muchos, veo en el internet una oportunidad de poner por escrito y publicar ampliamente lo que se me pasa por la cabeza y me parece de suma importancia e interés como para no darlo a los cuatro vientos. Se trata de una inofensiva actividad que, a lo más, podrá molestar a alguno que se tope con mi blog y crea haber perdido el tiempo leyendo lo que he escrito. Lo extraordinario de este instrumento es que no sólo nos permite la libertad de escribir lo que se nos dé en gana, sino también de leer lo que nos atraiga. Y en ambos casos subraya la casualidad increíble de leer y ser leído: la increíble suerte del encuentro fortuito de dos desconocidos en la madeja infinita de la internet, el laberinto por excelencia, expresión exacta de la proliferación y superabundancia caótica de nuestro mundo.
El artificio de la escritura / The artifice of writing
lunes, 25 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Favor leer mi comentario al respecto en Inglés.
Andrés
Tan ocupado que has estado con la conferencia del arte culinario en la literatura, que creímos te habías convertido en un fantasma del mundo sideral. Me da gusto ver que has vuelto y que la conferencia fue un gran éxito. Me hubiera gustado asistir, pero como todos, la vida cotidiana me roba gran parte de mi tiempo.
Sigue escribiendo que nosotros seguimos leyendo.
Saludos,
Berta
Publicar un comentario