Invención del vuelo

Figura la libélula el traslúcido cristal del vuelo

Volar es privilegio de los alados. 

Vuelan la torcaza de suave voz y el dragón de aliento enrabiado. 

La mariposa de esmalte tornasol y la libélula de alas de cristal, invisibles.

Vuelan al crepúsculo, nerviosos, vencejos y murciélagos.

Ángeles y demonios.

Desde siempre el ser humano quiso volar también: vencer su condición pedestre. 

Se imaginó semidiós alado y alzó el vuelo soberbio de la voluntad en alas inventadas. 

Creación exclusivamente suya. 

No es privilegio el suyo, sino apropiación triunfal, vuelo adquirido.

Volar es privilegio natural de los alados y voluntarioso logro creativo de los humanos.

Destellan en los más altos aires cristalinos las alas de metal del pájaro inventado.