El artificio de la escritura / The artifice of writing


sábado, 18 de junio de 2022

El diario personal y sus lectores


¿Para quién escribe quien mantiene un diario personal? 

Sin ser propiamente un diario--que es asunto de siglos posteriores--las llamadas "meditaciones" de Marco Aurelio son notas que él titula, o más bien cataloga, como un escrito "a sí mismo". 

Establece así, sin pretenderlo, lo esencial de un género--el diario íntimo--que no tendrá vigencia hasta mucho después en la historia de las letras de Occidente. 

No sólo define Marco Aurelio la función del diario personal--escribirse a sí mismo–; también determina quien lo lee. 

Todo diario personal, por ser un escrito íntimo, presupone que no habrá de tener otro lector o más lectores que sólo quien lo ha escrito. El diarista es lector de sí mismo porque para sí mismo escribe quien mantiene un diario personal. 

O, por lo menos, tal parece.

Está la posibilidad de que se escriba el diario personal pensando en lectores curiosos, intrusos más bien, aficionados a escudriñar en las vidas ajenas. En tal caso se ha de admitir que hay escritores exhibicionistas, deseosos de que se los admire no tanto por sus obras literarias como por sus más íntimas condiciones de persona. 

Se lo escriba para quien se lo escriba, todo diario tendrá lectores. La curiosidad por saber del otro–sus virtudes y defectos, sus logros y fracasos–es enorme, poderosa y esencialmente humana: insaciable.



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