El artificio de la escritura / The artifice of writing


sábado, 22 de agosto de 2020

Escribir a diario

Aunque en el momento no se tenga nada que decir el recomendable hábito del escritor dicta tomar la pluma (o enfrentarse al computador) a diario. 
Lo dicta por varias razones.
Una de las cuales sería la necesidad de mantenerse en buenas condiciones físicas y mentales. 
Como el atleta que practica a diario su prueba para hacerlo cada vez mejor; como quien en la cocina repite varias veces al día el ritual sagado de preparar una comida; como la que teje y teje nudo a nudo el tapiz que imagina o como el que planta en tierra mata tras mata y las aporca; como los que frente a la pantalla del computador teclean largas horas o como el pianista que practica todo el día a solas lo que nadie escucha, así el escritor depende de la rutina inspirada e inspiradora del cotidiano quehacer en silencio.
No se escribe por casualidad o capricho sino por insistencia y disciplina. 
Quien escribe espera y en la espera actúa: se afana y esfuerza intelectual y físicamente: se ejercita, ejerce su aceptada y asumida profesión de escriba: escribe, aunque en el momento no tenga nada que decir.

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