Inefabilidad
Alto y bajo, sístole y diástole, un paso y otro, la respiración, el sentimiento. Día y noche: luna y sol. El duo, las dos manos, el par de lo perpetuo. Hembra y macho. La conciencia individual también un péndulo que oscila de un extremo al otro. Sueño y vigilia, fantasía intermedia del duermevela. La palabra apenas puede balbucear algo que malamente nombra este ritual de oposiciones: su tensión y su armonía. Pero no calla.
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