Taller de novela.
Llega con su fama de escritor exitoso, recién declarado inocente —en un largo y muy publicitado juicio— de un crimen muy comentado por lo novedoso.
Varios nos inscribimos en su taller de novela.
A medida que éste se fue desarrollando a lo largo del semestre se nos hizo evidente que no hay modo de escribir una novela de crimen sin haber primero cometido al menos uno.
Por absurdo que parezca decirlo, es cierto.
De los varios discípulos que participamos en su taller, solo uno, al cabo de un tiempo, ha llegado a publicar algo: nada menos una exitosa novela por su abundancia de increíblemente inverosímiles y estupendamente bien narrados asesinatos.
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