Multitud del yo

Usa a veces uno al hablar de sí mismo el plural de primera persona—no necesariamente mayestático—debido al  carácter plural de la mente y sus diversas voces e intereses. Nuestro yo es un calidoscopio de yos multiplicados. Pero también porque se sabe uno miembro de una colectividad, un nosotros.

Enemigo de lo colectivo, sin embargo, he de admitir que nuestra individualidad—la mía—es limitada: se es los otros.

Aceptemos—a regañadientes—nuestra identidad colectiva. En mis principales preocupaciones no creo ser muy diferente del resto de los individuos de la especie: somos todos los mismos, igual de absurdos e irrelevantes. 

Cada uno, claro está, a su manera.