El artificio de la escritura / The artifice of writing


domingo, 30 de noviembre de 2008

Las islas del archipiélago


Nadie ha dicho que un blog se ha de mantener activo en todo momento. En otra entrada que haré esta semana hablaré precisamente de cómo hay en el dominio de los blogs todo tipo de usuario: unos muy activos y conectados que están constantemente agregando entradas a su blog y recibiendo infinidad de visitas y comentarios; al otro extremo estamos los que nos tomamos esto del blog con más calma y como algo casi demasiado personal. Somos los más lentos, los que casi nos constituimos en islas aisladas a las que muy pocos acceden.

“No man is an island, entire of itself; every man is a piece of the continent”. Es la cita de John Donne, ya demasiado acudida. “No hay hombre que sea una isla”, dice el poeta inglés. La imagen gusta por eso de la comunidad humana y la interdependencia de los individuos, que está muy bien de los dientes para afuera. La vedad es que todos tendemos a ser islas apartadas y a lo más se nos puede comparar en conjunto con un archipiélago. Es una imagen que me gusta más, con las innumerables comparaciones que se le pueden hacer con respecto al género humano. Que las corrientes y torbellinos que se crean entre las islas y hacen el navegar entre ellas un riesgo oficio; que las fortificaciones que cada isla eleva para protegerse de las otras; que el tamaño mayor de unas y el mísero peñón que son apenas otras.

Sea este blog el mapa de mi isla personal. Quien quiera puede visitarla de paso o darle una rápida mirada en dirección a otras. Cada cual a lo suyo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Santiago,

Tu dibujo es fabuloso, habla por si solo. Si tubiera que elegir ser una isla elegiria las providenciales, con mi playa inundada de caracolas de mar... En fin creo que inevitablemente, mentalmente hablando todos nos hemos convertido en islas incapaces de sentir por los demas, inacpaces de comprender, de tolerar. Sin embargo ese aislamiento podria inspirarnos a crear grandes cosas a cambiar el mundo, a convertirnos en un inmenso trozo de tierra compacto flotando en el oceano de la incertidumbre del ser humano o mas bien como diria tu puma del ser animal...

Rebeca

Santiago Daydi-Tolson dijo...

Gacias, REbeca, por tu comentario. Me da gusto ver que has a;adido algo a mi blog, y algo tan a punto.

Anónimo dijo...

¡Correcto, mi querido amigo!

Lamentablemente, eso de la naturaleza humana no se podrá cambiar jamás y pese a lo políticamente correcto o a la filosofía de turno, nunca pensaremos de manera colectiva. Por naturaleza, nuestro modo de pensar y nuestra actitud siempre nos orientarán hacia el indidvidualismo, porque tal condición le indicará a todos a nuestro alrededor de que somos capaces de hacer las cosas por cuenta propia "sin tener que depender de nadie" y por ende demostrando nuestro gran "individualismo e independencia".

Quizás en la única oportunidad en la que se demuestre cierta semblanza de unión o pensamiento colectivo, es durante alguna crisis que nos obligue a abrir nuestras puertas y darnos la mano o intercambiar palabras con los vecinos del mismo edificio en el que vivimos.

Técnicamente, somos islas (o islotes), pero tendemos a pensar que estamos "unidos" y que formamos un "continente", porque así suena más bonito.

Tu amigo Andrés.